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Elegido por el Camino Feliciano

Por Mariama Odoi

Preguntarle a un estudiante estadounidense sobre la transición de la escuela secundaria a la universidad puede ser una pregunta fácil, ya que el sistema educativo es similar. Para un estudiante internacional, la pregunta requiere más de un par de párrafos para responder. ¿Por qué? Simplemente porque muchas decisiones, valores, experiencias y planificación táctica ocurren a lo largo del viaje de un estudiante internacional que busca obtener un título en una institución estadounidense.

Para ser sincero con usted, el proceso de solicitud para ser aceptado en la Universidad Felician fue fácil. Fue mi viaje para ser aprobado para una visa de estudiante que fue abrumador. Me entrevisté para mi visa I-20 5 veces para estudiar en los EE. UU. Después de 4 rechazos, finalmente me aprobaron. Hasta el día de hoy, recuerdo la oleada de alegría que sentí. Entré a los Estados Unidos sin saber lo que me esperaba, con muchas preguntas en mente, pero también con la creencia de que la fe y el trabajo duro me ayudarían a superar cualquier tormenta que enfrente.

Como estudiante internacional en los EE. UU., puedo ser un estudiante de tiempo completo y trabajar para obtener un ingreso para mis necesidades mientras estudio; algo que no pude hacer en mi país de origen. Más importante aún, estudiar en Felician University me ha dado el privilegio de participar en muchos programas y organizaciones fuera del salón de clases. A través de Campus Ministry puedo desarrollarme como embajadora de Catholic Relief Services para ayudar a la humanidad a través de la conciencia, que es un sueño que siempre había querido cumplir antes de pisar esta gran nación.

Estoy aprendiendo a desafiarme a mí mismo utilizando un enfoque centrado en el ser humano para resolver problemas tanto laborales como personales. Mi trabajo del curso me está capacitando para construir soluciones innovadoras para los obstáculos que surgen en el cuidado de la salud y para crear un mundo para los demás que sea inspirador y significativo. He madurado en todos los aspectos de la vida en comparación con hace 3 años. Pero mucho más importante, conocí a un compañero de cuarto que ahora es muy familiar para mí. Puedo vivir con su maravillosa familia y explorar muchos lugares con ella.

En conclusión, la historia de cada uno sobre su transición de la escuela secundaria a la universidad es diferente, pero puedo decirles con confianza que "donde hay voluntad, hay un camino". Ahora, no puedo creer que solo queden unos pocos días para concluir mi tercer año en la universidad.

¡Seamos instrumentos de cambio!

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