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5 preguntas para hacer en las escuelas que no están mejor calificadas

Por Niki Bridges

Muchas veces, los futuros estudiantes universitarios se centran exclusivamente en las escuelas mejor clasificadas al compilar una lista de instituciones potenciales. Sin saberlo, han descartado una serie de buenas instituciones para considerar. Las clasificaciones no brindan una descripción general completa de una escuela, y no todos los estudiantes asistirán a una escuela mejor clasificada, ya sea por elección o circunstancia. La admisión a muchas de estas universidades es extremadamente competitiva y limitada.

Si esto lo describe a usted, puede encontrar que hay menos información disponible sobre estas instituciones. Entonces, ¿cómo puede decidir si una universidad que no figura en los primeros puestos será adecuada para usted tanto académica como personalmente? Para empezar, tenga en cuenta estas cinco preguntas:

1. ¿Está acreditada esta escuela?

La acreditación es como una medida de garantía de calidad: las universidades y facultades acreditadas le han demostrado a una agencia independiente que ofrecen y mantienen programas académicos de cierta calidad y que estos programas lo preparan para la escuela de posgrado o la fuerza laboral. Si no están acreditadas, es posible que las escuelas no puedan ofrecer ayuda financiera federal a sus estudiantes. Además, muchos empleadores y escuelas de posgrado pueden mirar con recelo un título de una institución no acreditada.

2. ¿Qué credenciales tienen los profesores?

Las universidades de alto rango pueden atraer profesores que son líderes en su campo. Estos profesores e investigadores de renombre brindan a las escuelas de élite un aire de prestigio que luego atrae a estudiantes potenciales. Aunque las universidades que no están en el primer lugar no son necesariamente tan prestigiosas, esto no significa que la calidad de su educación sea mediocre. De hecho, puede encontrar muy buenos profesores en una escuela que no está altamente calificada. La clave es hacer tu tarea. ¿Los profesores han publicado en sus campos? ¿Han asistido a conferencias o ganado algún premio? ¿Cuál es su filosofía de enseñanza? Por lo general, esta información se puede encontrar en el sitio web de una universidad.

3. ¿Se transferirán los créditos de esta escuela a otras universidades?

Si decide transferirse a otra institución, o luego asistir a la escuela de posgrado, ¿se reconocerán sus clases? ¿O tendrá que volver a tomar cursos para cumplir con los requisitos de grado (en el caso de una transferencia) o los requisitos de ingreso (en el caso de una escuela de posgrado)?

4. ¿Los empleadores lo pasarán por alto debido a su elección de escuela?

Desafortunadamente, esto puede ser un problema real en ciertos campos de estudio. Por ejemplo, las principales empresas solo pueden visitar o reclutar estudiantes de universidades de alto rango. Para evitar este problema, pregunte a la escuela qué empresas asisten a las ferias profesionales del campus, así como cuántos estudiantes obtienen un empleo en sus campos.

5. ¿Esta escuela satisface sus necesidades?

Muchas universidades son fuertes en ciertas especialidades y más débiles en otras. Si, por ejemplo, está interesado en obtener un título en biología, ¿esta escuela proporciona los recursos que necesitará? Hable con un asesor académico de la universidad para determinar qué clases se ofrecen. También es importante saber qué servicios de apoyo estudiantil están disponibles en el campus.

En última instancia, lo más importante es que la escuela fomente un entorno en el que se sienta cómodo y comprometido con la comunidad del campus. El hecho de que una universidad o facultad no esté en la primera posición no significa necesariamente que ofrezca una educación por debajo de la media. Puede ser todo lo contrario. Recuerde que las clasificaciones pueden no contar toda la historia. Haga preguntas al personal de la escuela, realice su propia investigación y permanezca abierto a descubrir un nuevo mundo de posibilidades académicas.

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